LA ALCAZABA.
En la actualidad, se sube por un camino cómodo y perfectamente transitable, que parte desde la población, con una longitud de menos de un kilómetro. Durante la subida podemos admirar la llanura de la Campiña y la multitud de pueblos que en ella se encuentran: Casas de Reina, Llerena, Berlanga, Ahillones, Azuaga ...
Sin duda, la alcazaba es el elemento que más destaca en este espacio de la Campiña. De origen árabe, reaprovecha elementos constructivos anteriores, que muestran la antigüedad de la ocupación del llamado cerro del Castillo. Prueba de ello son los sillares de granito romanos que refuerzan las esquinas de una de las torres, la “torre de los sillares”, situada en la zona este de la alcazaba. La fortaleza está situada a 825 metros de altitud y cuenta con 15 torres rectangulares unidas entre sí por murallas de tapial de 2 metros de espesor. El flanco norte y oeste están protegidas por sendas torres albarranas, una de ellas, de posible factura octogonal sobre base cuadrada.
Se conservan dos aljibes, uno a la izquierda de la actual entrada, de origen musulmán y otro en la primitiva entrada en recodo, hacia el noroeste, de época santiaguista. A esta misma época corresponden las construcciones restauradas en torno a la primitiva puerta, pudiéndose observar el empedrado del suelo, en buen estado de conservación y los restos de una antigua bodega.
ERMITA DE LA VIRGEN DE LAS NIEVES
Dentro de la fortaleza se encuentra la ermita de la patrona de Reina, Nuestra Señora de las Nieves. Es una construcción de finales del siglo XV, aunque sus orígenes pueden ser anteriores. Si nos fijamos en las columnas y capiteles situados en el atrio y en los que se encuentran en el coro de la iglesia, observamos su pertenencia a la época visigoda.
El edificio es de una sola nave, con bóveda de cañón apuntado. La cabecera, separada por un arco toral, se cubre con una bóveda de crucería. En el altar mayor se encuentra la nueva imagen de la Virgen de las Nieves, ya que la anterior fue destruida por el incendio originado por un rayo que quemó el retablo y sus imágenes. A los pies de la iglesia se sitúa un pequeño campanario, que se eleva sobre el tejado de la propia ermita.
Las paredes del edificio debieron estar pintadas, según lo atestiguan los pocos restos que quedan. En la última restauración llevada a cabo en los años 2008 y 2009, aparecieron en el atrio unas singulares pinturas que muestran varios barcos, algunos personajes y vegetación de difícil interpretación.
Adosado al edificio principal, al lado de la epístola, se encuentra la sacristía, cubierta por una bóveda casi plana, dividida en cuatro casetones. En el lado del evangelio está adosada la casa del ermitaño, con arcos apuntados de ladrillo en su interior, de construcción similar a la ventana tapiada todavía visible al exterior
IGLESIA DE SAN SEBASTIAN
Pertenece a la misma época que el anterior edificio de Ntra. Sra. de las Nieves, fechándose su construcción hacia el siglo XV. Fue en origen antigua ermita de los arrabales de Reina, cuando la población aún habitaba el castillo, convirtiéndose en parroquia con el traslado de los vecinos a esta zona. Está dedicada a San Sebastián, y se sitúa en la zona más baja del pueblo, alrededor de la cual se fue conformando el mismo.
Consta de una sola nave cubierta por bóveda de cañón y cabecera con bóveda de crucería. A los pies se situaba un pequeño coro, hoy desaparecido, por donde se accedía a la espadaña, aledaña a la puerta del perdón, hoy tapiada. Esta puerta es de arco apuntado con varias arquivoltas de ladrillo, de un claro estilo mudéjar. En la parte del evangelio se adosa la sacristía, colocándose el conjunto sobre una alta calzada que contrarresta el desnivel existente.
PILARES Y FUENTES
Se conservan dos fuentes con su abrevadero para surtir de agua al pueblo y abrevar el ganado. Las dos son del mismo tipo de construcción: una pequeña espadaña donde se sitúan los caños y la pileta para llenar los cántaros y a lo que se adosa el abrevadero. En los dos se conservan sendas placas de mármol con la dedicatoria, la fecha y los artífices: “Realizados en 1899 siendo alcalde Juan Maesso Rodríguez por los maestros Faraco y Pérez”. El “pilar de arriba”, situado en la salida sur de la localidad, en el barrio de la “Peñalta”, está dedicado a Ntra. Sra. de las Nieves. El otro pilar, el “de abajo”, cercano a la parroquia, se encuentra bajo la advocación de este santo, San Sebastián, y ya es mencionado por Madoz en su diccionario por sus beneficiosas aguas.
LAS CALLES
Las calles, de empinadas cuestas, suben a lo largo de valle de norte a sur. Llamativo resultan las calzadas donde se sitúan las casas, para paliar el desnivel de las laderas. En ocasiones llega el caso de que algunos edificios de una acera están a la altura de los tejados de la acera de enfrente, como en las calles de la Iglesia, San Antonio y el Barrancón.
Podríamos decir que sólo una calle principal vertebra la población, dividida en varios tramos para adaptarse a la orografía del terreno. Si vamos de norte a sur, la calle San Antonio se transforma en calle Real pasando la plaza del Ayuntamiento, para después convertirse, a partir de la carretera de acceso, en calle de la Iglesia. Como curiosidad, llamamos la atención sobre el primer punto de unión mencionado. Este lugar, donde podemos ver el letrero con el nombre de “calle San Antonio”, marca la división de las cuencas del río Guadiana y el río Guadalquivir, mostrando, una vez más, la situación de la localidad en el límite de las dos comunidades autónomas, Extremadura y Andalucía.